Pascua de Resurrección
¡Cristo resucitó!
Por: Guillermo Soriano; profesor de Formación en la Fe, Valores y Música
La Pascua de Cristo es el acto supremo e insuperable del poder de Dios. Es un acontecimiento absolutamente extraordinario, el fruto más bello y maduro del misterio de Dios». Así nos lo describía en el año 2010 el Papa Benedicto XVI.
Tras la muerte por amor del Señor en lo más alto del Gólgota, hoy celebramos la pascua, ese triunfo definitivo, la victoria sobre la inquietante oscuridad, donde el Señor nos muestra que la muerte no es el final del camino, sino el inicio de una vida plena, de esa vida eterna donde algún día reinaremos con él, es su anhelada Resurrección.
Con la Resurrección del Señor que es también la nuestra, volvemos a celebrar la Vida, la que fecunda nuestra fe, la que da sentido al llanto y la que al mismo tiempo nos da esperanza, y su felicidad ha de llevar grabado nuestro nombre. Por tanto, es el momento queridos hermanos y amigos de pasar de la angustia a la paz, del miedo a la felicidad, de la desesperación a la esperanza que lo cambia todo. Y esto, sin dejar de ser insensibles al dolor del hermano que sufre y que espera, de nosotros esa caricia sanadora de Cristo, donde aprendamos a descubrir a Cristo vivo en mi prójimo.
Dejémonos acompañar por María, y junto a su Hijo, el que había custodiado en sus propios brazos después de ser crucificado, anunciemos la noticia que cambia la humanidad y nos llena de esperanza.
Por eso es necesario preguntarnos: ¿Cómo está mi testimonio de Cristo resucitado: ¿es valiente y decidido, u opaco y débil? ¿Cómo reacciono delante de las dificultades que la vida me presenta o que Dios permite?
Abramos nuestro corazón y todo nuestro ser a la voz de Jesús, a esa presencia de Él en nosotros y con nosotros, pero dejémonos guiar por la acción del espíritu Santo, para que nos transforme y nos haga volver a la vida, llena de plenitud y de gracia, que nos confiere el ser hijos de Dios.
¡¡CRISTO HA RESUCITADO… VERDADERAMENTE HA RESUCITADO!!